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" Arte y Claro" es un blog con aroma taurino en el que daré rienda suelta a mi pasión por los toros. Bienvenidos.

domingo, 7 de octubre de 2012

El valor de LA LIDIA

Doloroso. Muy doloroso es mirar al tendido del Coso de la Misericordia y ver 1/3 de entrada cuando el cartel es el que es... Aquí hay que hacer un estudio claro y ver donde se falla. ¿El precio? Quizás... ¿La fecha? Tal vez... ¿El cartel? ¡Desde luego que no!

Cuando pisan el albero Javier y Fernando uno ya intuye lo que van a ser las lidias. El tercio de varas, el espectáculo en banderillas... Lo que no es tan previsible es el fondo de los animales. 

Desde aquí me gustaría reivindicar el valor de la lidia. Hay estocadas que por si solas son merecedoras de trofeo en muchas plazas. Lo que hoy hemos visto de Tito Sandoval, David Adalid y Raúl Blazquez debería serlo exactamente igual. Más aún cuando el matador se arriesga a quedarse sin toro para la faena de muleta en favor del espectáculo y la emoción del aficionado.

Fernando Robleño estuvo hecho un tío, como es habitual en el madrileño. Con el primero de la tarde solo el detalle de torería al sacarlo a los medios es digno de mención, ya que el animal no sirvió. Toro parado de sosa embestida, sin tranco ni transmisión.
Su segundo fue un toro con muchísimo peligro, que peleó en varas con celo y se dolió en banderillas. Peligroso en la muleta con continuas miradas. Tragaba mucho Robleño y demostraba valentía. Papel que tuvo que hacer extensible en el quinto de la tarde. Faena muy meritoria, animal que exigía mando y dos machos bien puestos. Los tenía Fernando y si no llega a ser por los aceros, hubiese tocado pelo. Una lástima el problema con la espada. Llegaba a entrar más de media pero salía rebotada sin tener una explicación clara. 

Javier Castaño toreó templado su primero, acompasando una lenta embestida. Faena de las que yo llamo "de sujetar". De sujetar el toro en pie, porque la falta de fuerza era evidente. El animal se paró y Javier no tuvo opción alguna.
Con el cuarto de la tarde llegó lo mejor de esta importante cita. El matador actuó como el cree y entiende el toreo. muchas veces expone al animal, lo luce, lo arriesga todo a pesar de correr el riesgo de quedarse sin toro. Puso el burel en largo hasta tres veces. Tres varas de Tito Sandoval. Que manera de lanzar la vara, de colocar y de levantar. Todo en segundos. Ninguna de las varas castigó al toro, pero la manera de cogerlo con el galope que llegaba al caballo... Excelente Tito Sandoval, difícil que le quiten la mejor vara de la feria. 
No quedaba aquí el espectáculo, acababa de comenzar. Tres grandes pares pares con torería, dos de ellos de un seguro en este arte de parear, David Adalid. Andándole al toro de frente y exponiendo con el toro parado. Gran brega de Raúl Blazquez, más en torero de oro que de plata en muchos capotazos. se desmontó toda la cuadrilla, merecidamente, sin duda. Javier brindó la muerte del toro a su compañero de tarde, Robleño. Aquí acabó el espectáculo ya que el animal se había vaciado. 
El último de la tarde fue un animal flojo al que toreó Castaño con la montera calada. Toro sin son, flojo, sin fuerza, descastado y sin clase. Sin opciones e impotente acabó el salmantino.

No puedo acabar de hablar sobre esta tarde sin mencionar varios detalles entre los dos matadores. El aura que generan estos dos matadores en un mano a mano es algo muy especial, algo indescriptible pero perceptible por el buen aficionado. Tras desistir del quite Robleño en el cuarto toro, con una mirada a Javier y encontrar afirmación, lo colocó de largo para un espectacular tercer puyazo de Tito Sandoval. Javier se acercó a Fernando y se dieron un abrazo. Gracias a ambos por transmitir mucho más que las ganas de un trofeo, por transmitir TORERÍA.

Crónica: JOTE

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